Ernie Pike, retratado por Hugo Pratt. |
De nacionalidad norteamericana y orgulloso de su profesión, alguna vez dijo que llevaba el periodismo en la sangre. Y aquello no fue solo una expresión: su hermano también era reportero, aunque Ernie prefería remontarse a su bisabuelo, quien se asentó en la ciudad de Tucson (Arizona), para dirigir un periódico de frontera.
Temerario y con buen olfato, fue uno de los corresponsales que cubrió más teatros de operaciones durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, a pesar de ello, nunca publicó en afamadas revistas como Life o Time. Tampoco ganó un Pulitzer ni otro premio del que sepamos. Pero cabe señalar que esa falta de reconocimiento, nada tiene que ver con el valor de sus trabajos. Hoy día sus crónicas son apreciadas por su valor histórico, pero especialmente también, por su mirada humana, libre de prejuicios y parcialidades.
Ernie Pike se caracterizaba por narrar desde el llano, con una prosa simple y sensible. Rara vez se focalizaba en un personaje "célebre", aunque se le conocen algunos trabajos sobre Montgomery, Rommel y John F. Kennedy. Aquellos que leyeron su obra, saben que Ernie prefería narrar historias de personas comunes, quienes por diversas circunstancias terminaban en medio de la guerra. Sus relatos hablaban de militares y civiles, en sus glorias, en sus desgracias y en todos los estados intermedios. El corresponsal retrataba en su cuaderno de apuntes tanto el heroísmo como la cobardía, la misericordia como la crueldad. Pero además, algo fundamental que distinguía su trabajo, era que esos rasgos podían ser encontrados en hombres de cualquiera de los bandos enfrentados. Como Ernie solía decir: "En todas partes hay buenos y malos".
La periodista Agustina Becker, de ascendencia ítalo/alemana y nacida en Argentina, escribió varias notas sobre Ernie Pike. En uno de sus escritos, afirmaba que el trabajo de Pike no había logrado la aceptación de los medios, porque humanizaba al enemigo. Ella recordaba en esa nota, las repercusiones que tuvo la "Tregua de Navidad", acontecida durante el inicio de la Primera Guerra Mundial.
Aquel espontáneo alto al fuego que tuvo lugar el 24 de Diciembre de 1914 -surgido de las trincheras alemanas y al que se sumaron los soldados aliados-, no solo enfureció a los altos mandos, sino que paralizó el combate en algunos sectores del frente. La propaganda y toda la maquinaria de guerra, habían convencido a sus combatientes de algo indiscutible: el enemigo era un monstruo que merecía morir. Pero luego de confraternizar durante esa nochebuena, los soldados habían conocido las caras, las vidas y hasta los miedos de aquellos que estaban en la trinchera de enfrente. Así cayeron en la cuenta de que esos hombres no eran tan diferentes a ellos. Y eso es algo que los altos mandos no podían permitir, porque una vez humanizado el enemigo se hacía muy difícil volver a disparar contra él.
Respecto de esto último Becker rescató viejos testimonios de Ernie Pike, en los que el corresponsal se refería a su trabajo:
"Siempre me preocupó lo que ocurría con los seres humanos que combatían y en quienes, en definitiva, nunca se piensa. Entonces escribí esta serie de relatos en donde se tomaban anécdotas marginales referidas a las reacciones, las emociones y los problemas de esos seres, independientemente del uniforme que los mismos vistieran. Los hombres eran víctimas y no otra cosa a pesar del bando que ocuparan. Victimas de ese engranaje monstruoso, gigantesco y embromado que es la guerra. En todas partes hay buenos y malos. Había héroes en ambas facciones, incluso los japoneses lo eran. Son relatos sin buenos, ni malos. Pero con un villano, un supervillano, el más odiado de todos: ¡la guerra!"
Becker preguntaba retóricamente en una de sus notas: "¿Cuantos medios británicos le hubieran publicado a Ernie Pike -en plena guerra- una crónica sobre un capitán alemán, capaz de morir salvando vidas inglesas? ¿Los periódicos alemanes hubieran actuado diferente, si el héroe hubiese sido un capitán inglés y las vidas salvadas fueran alemanas?"
Todos sabemos las respuestas. La lección repasada durante la "Tregua de Navidad", estaba aún muy fresca en la memoria de los medios: humanizar al enemigo, no ayudaba a la maquinaria de guerra.
Se conoce poco sobre los medios en los que publicaba Ernie Pike, quien se presume, en ocasiones usaba seudónimos o no firmaba sus notas. Cubrió la Segunda Guerra Mundial hasta su final y muchas de sus crónicas surgieron mientras estaba en el campo de batalla. Pero en confianza con la tropa, además, lograba reportajes y obtenía anécdotas para sus crónicas.
Durante la posguerra entrevistó a familiares de los caídos y a soldados de ambos bandos, pero también se trasladó para cubrir otros conflictos: viajó hasta Oriente para cubrir la Guerra de Corea y su corresponsalía incluyó también -entre otras- la Guerra de Indochina y la Guerra de Argelia. Recientemente se hallaron apuntes sobre la Batalla de Dien Bien Phu, la Revolución Húngara de 1956, la masacre de argelinos en París de 1961 y la Invasión de Bahía de Cochinos.
Hacia fines de los años cincuenta y a principios de la década siguiente, las crónicas de Ernie Pike se publicaron por primera vez en la Argentina, país que se había mantenido alejado de la Segunda Guerra Mundial, y en donde los escritos de Ernie encontraron una fiel legión de lectores. Brevemente publicó en Brasil, aunque el trabajo editado en Argentina lo hizo también conocido en Chile, Uruguay y España. Tiempo después, mientras se encontraba cubriendo la Guerra de Vietnam, las mismas crónicas que le dieron prestigio en Argentina, comenzaron a recopilarse en Europa. Y mientras éstas cosechaban elogios en buena parte de aquel continente, paradójicamente, su trabajo en Vietnam no logró la misma aceptación. Es probable que otra vez, su característico enfoque para relatar la guerra, no haya sido bien visto por los medios durante el conflicto.
Cuando estalla la Guerra de Malvinas en el año 1982, Ernie Pike viaja a la Argentina, y desde el continente se traslada hasta las Islas. El corresponsal Ricardo Barreto y los fotógrafos Marcelo Macagno y Chiche Pedrazzini, no solo se hicieron eco de su presencia, sino que colaboraron con Pike para que su cobertura del conflicto fuese publicasa. Y hasta allí llegan las huellas de Ernie Pike.
Tras de sí el corresponsal norteamericano no dejó muchas pistas que pudieran seguirse. No hay certezas respecto al porqué su nombre dejó de acompañar nuevas historias de guerra. ¿Acaso su pluma dejó de registrar crónicas para el público? ¿La guerra se cobró con Ernie otra víctima? Alguien arriesgó una respuesta, pero lo hizo con otra pregunta: ¿De qué otra manera Ernie Pike hubiera dejado de escribir?
William C. Trisacco
Ernie Pike Memorial Institute
Tucson, Arizona, Estados Unidos.
Mayo, 2017
"Algunos han envidiado la labor del corresponsal de guerra porque le permite seguir de cerca acontecimientos transcendentales, beneficiándose de una serie de prerrogativas y ventajas.
En cuanto a los peligros que uno corre al ir en procura de una crónica, los comparan con las posibilidades de un ciudadano burgués de ser embestido por un automóvil al cruzar la calle.
Nada más equivocado: el corresponsal de guerra arriesga su vida casi constantemente, como cualquier soldado. Y también, como cualquier soldado, suele encontrar la muerte."
Ernie Pike
16 de Mayo de 1961
Nota para el lector: si bien Ernie Pike es un personaje ficticio y esto le fue aclarado al público en varias ocasiones, a veces se insinuaba -ya sea en textos o en publicidades- que el corresponsal de guerra existía en la vida real. Pero además, la credibilidad lograda por el personaje, no hacía más que sustentar las insinuaciones. Y es por esto que si el lector -a pesar de las aclaraciones- creía que Ernie Pike era un periodista de carne y hueso, bien podía aceptar que las revistas de Editorial Frontera le publicaban lo que le rechazaban los periódicos y magazines norteamericanos.
A lo antedicho hay que agregar además, que aquella creencia podía volverse más verosímil, si un lector se cruzaba con Oesterheld en la calle. Eso se debía a que el dibujante de la historieta, Hugo Pratt, le había dado a Ernie Pike el mismo rostro del guionista. Y lo mencionado no es una exageración, puesto que hay testimonios sobre personas que se cruzaban con Oesterheld y le preguntaban: "¿Usted es Ernie Pike?". De hecho, Héctor no habría mentido mucho, si alguna vez hubiese respondido afirmativamente. En definitiva, era él quien escribía esas crónicas de guerra que tanto apasionaban a sus lectores.
Siguiendo entonces esa línea, compartimos con ustedes la presente biografía de Ernie Pike, quien encarna el pensamiento y la pluma del propio Oesterheld. Así una vez más -como ocurriera en la historieta "El eternauta" y en otras creaciones del guionista y escritor-, ficción y realidad se entremezclan y hacen difusos los límites que las separan. Lo mismo ocurre en esta biografía, que amalgama lo que Oesterheld escribió sobre Ernie Pike, con algunos testimonios del propio autor sobre su obra.
(*) William C. Trisacco tampoco existe en la realidad, al igual que el claramente ficticio Instituto del que forma parte. Su inclusión es un modesto homenaje a Carlos Trillo y Guillermo Saccomanno, dos de los primeros arqueólogos de historietas.
Bibliografía y fuentes:
- Altgelt, Carlos A. Frontera: Las Revistas de Oesterheld, Aquitania Ediciones. Buenos Aires, 2014.
- Autores varios. Oesterheld en primera persona. Ediciones La Bañadera del Comic. Buenos Aires, 2005.
- Autores varios. Oesterheld En Tercera Persona. Ediciones La Bañadera del Comic. Buenos Aires, 2008.
- Autores Varios. Revista Hora Cero, números varios, 1957/1963.
- Autores Varios, Revista Hora Cero Extra, números varios, 1958/1963.
- Autores Varios. Revista Hora Cero Semanal, números varios, 1957/1959.
- Autores Varios. Revista Frontera, números varios, 1957/1961.
- Autores Varios. Revista Frontera Extra, números varios, 1958/1962.
- Autores Varios, Revista Ernie Pike - Batallas Inolvidables, números varios, 1960/1963.
- Autores Varios. Libro de Hierro, números varios, 1961.
- Autores Varios. Revista Misterix y Super Misterix, números varios. 1953/1957.
- Autores Varios. Revista Top, números varios. 1971/1972.
- Autores Varios. Tebeosfera. Página en internet: https://www.tebeosfera.com
- Autores Varios. Top – Comics. Blog en internet: https://luisalberto941.wordpress.com/
- Autores Varios. “La Tregua de Navidad” (The Christmas Truce), Director: Vikram Jayanti, Producida por Fulcrum TV y VIXPIX Films, Inglaterra. Video documental, 2002.
- Bailó, Víctor y Daniel Stefanello. H.G.O. Héctor Germán Oesterheld. Video documental, 1998.
- Barreiro, Ricardo; Alberto Macagno, Marcelo Pérez, Carlos Pedrazzini y Chiche Medrano. “La Guerra de las Malvinas”, Revista Fierro, 1984/1985
- De Moraes, Mario. “Entrevista: Cuentos de Oesterheld”. Revista O´Cruzeiro Internacional. Año III #2, 1959.
- Nicolini, Fernanda y Beltrami, Alicia. Los Oesterheld. Editorial Sudamericana. Buenos Aires, 2016.
- Sinay, Sergio. “Entrevista: Héctor Oesterheld o la historieta se pone los pantalones largos”. Diario El Cronista: Suplemento Cultural #10, 1975.
- Trillo, Carlos y Saccomanno, Guillermo. Historia De La Historieta Argentina. Ediciones Record. Buenos Aires, 1980.
- Vacca, Roberto. “Entrevista: Mis Cien Personajes Y Yo”. Revista Siete Días Año VIII #381, 1974.
Agradecimientos: a la familia Oesterheld por su gentileza y a los amigos Sergio Castro, Pablo Colaso y Darío Lavia por sus opiniones, comentarios y sugerencias.